Urge sacudida en Servicios Públicos de La Paz

Urge sacudida en Servicios Públicos de La Paz

Humberto Peña

Tardó en actuar y no necesariamente por su iniciativa, sino tuvo que ser presionado por el Sindicato de Burócratas Sección La Paz para que el presidente municipal, Rubén Muñoz Álvarez, procediera a cambiar a funcionarios de la Dirección General de Servicios Públicos.

Llama la atención que durante 20 meses el Alcalde no hubiera realizado un cambio de timón en esa dependencia, pese a los escasos resultados que sus funcionarios han dado a la ciudadanía, lo que ha provocado la desaprobación mayoritaria a la gestión que han realizado y por ende las consecuencias en la imagen del propio Rubén Muñoz.

Tan desafortunada ha sido la conducción de esa dependencia, que rápidamente se convirtió en uno de sus talones de Aquiles.

En esta ocasión nos referiremos específicamente a la recolección de basura, debido a que en esta semana que concluyó fue el tema generalizado de la población paceña, tras el paro que realizaron los trabajadores y que evidenció los enormes problemas que al interior hay, pero que el Alcalde se había negado a ver o atender.

A la llegada de la actual administración municipal, se la pasaron varios meses culpando la pasada por el “desastre” en el que habían convertido la dependencia, consecuencia de la falta de maquinaria y equipo, así como compras equívocas que prácticamente hacían imposible la prestación de un servicio eficiente, incluso llegaron a decir que las rutas como se habían trazado erran incorrectas.

Sin embargo el tiempo trascurrió y lo que en un principio pudieron sortear mirando al pasado, los alcanzó, por lo que no les quedó de otra que aplicarse para ver la manera en la que resolverían esa situación.

Con bombo y platillo se realizó la presentación del programa La Paz Ciudad Limpia y el propio Rubén Muñoz, anunció: “por primera vez en la historia, vamos a tener en la ciudad de La Paz 41 camiones de basura; nunca en la historia habíamos llegado a este número y no habrá pretexto para que no vuelva a darse un servicio con calidad, con entrega y eficacia a todos los paceños”.

En ese momento se entregaron a la Dirección General de Servicios Públicos siete camiones recolectores de basura totalmente nuevos y una pipa, por una inversión superior a los 15 millones de pesos.

De entonces a fechas previas a la contingencia sanitaria provocada por el Covid-19, no hubo ningún cambio trascendental positivo. La ineficiencia en el servicio se mantuvo y los pretextos la constante.

La aparición del virus, les hizo replantear la frecuencia con la que pasarían a recoger la basura, de dos veces a la semana, a una. La justificación fue que eso se hacía para preservar la salud de los trabajadores.

Uno podía suponer que para tomar esa decisión, previamente debieron haber realizado un estudio de la implicación que significaría esa modificación y la forma en la que lo resolvería, teniendo en cuenta que también para la población en estos momentos es imperativo mantener lo más limpios posibles sus hogares.

Sin embargo no fue así, los rezagos y la falta en la prestación del servicio es la constante con las implicaciones que eso tiene al dejar la basura en la aceras.

En recientes declaraciones, el titular de la dependencia, Manuel Núñez, justificó que los rezagos eran producto básicamente de dos cosas: que se había incrementado el volumen de basura en los domicilios y que no contaban con el personal suficiente, debido a que un número importante de ellos tuvo que ser enviado a su casa porque son personas vulnerables.

Desde que llegó sin unidades o con unidades, con la ruta de recolección vieja o con la ruta ellos modificaron, con Covid-19 o sin Covid-19, en ningún momento ha estado a la altura.

Aparentemente las cartas están echadas para la salida formal de Manuel Núñez a principios de junio, tras que prácticamente el Sindicato de Burócratas obligó al Alcalde a realizar ajustes en esa área donde ya cesados están el Director Operativo y la Directora Administrativa.

Llama la atención, sin duda, que después de todo este tiempo transcurrido no haya sido el propio Rubén Muñoz el que tomara la decisión de hacer ajustes en esa área en su momento y no esperarse a la presión sindical, que de paso, lo deja mal parado ante los ojos de la ciudadanía.