Cuando un gobernante no acepta críticas y no se corrige, se convierte en tirano: Obispo

Cuando un gobernante no acepta críticas y no se corrige, se convierte en tirano: Obispo

La Paz.-“Cuando una autoridad se siente incuestionable y no soporta críticas; cuando no se deja corregir, aconsejar e instruir, se convierte en tirano y está usurpando un lugar que no le corresponde”, manifestó el obispo de la Diócesis de La Paz, Miguel Ángel Alba Díaz.

Durante la misa celebrada en la Catedral de La Paz, el martes 2 de junio y que fue trasmitida a través de redes sociales, el representante de la Iglesia católica en Baja California Sur, precisó que a los gobernantes, a las instituciones, a los pastores de una Iglesia y a las personas, se les debe honor, respeto y obediencia, pero no se les debe divinizar.

Abundó que el cargo que se ostenta, viene de parte de Dios, pero no se debe querer ser Dios y pretender gobernar omnímodamente o de manera absolutista, porque las cosas de este mundo pasan, por muy fuertes y poderosas que parezcan.

“Alejandro creyó que su imperio sería inmortal; los Césares creyeron que el imperio romano duraría para siempre; los nazis pretendieron un imperio universal y eterno; Napoleón soñó con lo mismo, Stalin, Fidel Castro, Hugo Chávez, murieron y sus regímenes pasarán como pasó el de Lenin y Stalin”, expresó.

Apuntó que sólo Dios es eterno y adorable, y que toda autoridad en la tierra viene del Señor, y quien la tiene, un día tendrá que darle cuentas de las personas, de los pueblos y de los bienes que le fueron confiados; del uso, mal uso o abuso que hizo de ellos.

Lamentó que haya a quienes les moleste que el Obispo hable de las cosas públicas y le exigen que se calle, sin embargo expuso que “ya estamos acostumbrados, porque así también trataron de callar a Jesús”.

Agregó que cuando una autoridad es de piel delegada y no soporta críticas; cuando no se deja corregir, aconsejar e instruir, se convierte el déspota y tirano, pretendiendo estar por encima de Dios, al intentar gobernar omnímodamente, cuando hay cosas a las que desde lo alto se le han puesto límites, como el no matarás.

“No se puede promover contra Dios el derecho a matar a un niño inocente en el seno de la madre, aunque lo diga alguien que se apellida Cordero, y que insiste en que el aborto de los corderos es deseable y debe ser aprobado en todo el país. Por muy enaltecida que esté, un día tendrá que rendir cuentas, porque no es Dios para decidir sobre la vida y la muerte”, externó el Obispo.

Recordó que a los emperadores romanos cuando eran entronizados, se les quemaba algodón en su presencia y mientras el fuego se consumía rápidamente, se les decía “sic transit gloria mundi” (así pasa la gloria del mundo) o acuérdate que eres polvo y un día en polvo te convertirás.

“Lo malo es la divinización de lo que no lo es; considerar que alguien es divino. Toda autoridad viene de Dios, la de los padres sobre los hijos, la de los poderes civiles, la de un jefe en el trabajo, la de un pastor en la Iglesia y de esa autoridad tenemos que dar cuentas a Dios y Dios condena todo tipo de abuso y el principal es el de conciencia”, remarcó. (Por: Arturo Nieves).