Volvió el Día de Muertos sin cubreboca y sin aforos, tras casi tres años de pandemia
Noviembre 02, 2022
La Paz, BCS.-Cientos de ciudadanos acudieron a los panteones de la entidad, para recordar a sus seres queridos fallecidos, como parte del ritual anual del Día de Muertos.
Desde días antes, pero principalmente este miércoles 2 de noviembre, familiares y amigos de quienes ya partieron del mundo terrenal, acompañaron a sus difuntos entre lágrimas, recuerdos, palabras e incluso, momentos amenos de convivencia.
Portando ramos de flores, coronas y uno que otra bebida refrescante, los deudos acudieron por primera vez en dos años y ocho meses, sin restricción alguna, ya que todavía en noviembre del 2021, era obligatorio el uso del cubreboca, y el aforo fue del 80% en La Paz, a causa de la pandemia de Covid-19, mientras que en los otros cuatro municipios la situación fue similar.
Actualmente, el cubreboca ha dejado de ser obligatorio, debido a que los casos positivos se ubican por debajo de los 50, e igualmente los aforos han desaparecido, cuando por estas fechas, en 2021, las personas contagiadas rondaban los 150, con advertencia de una cuarta ola en diciembre, lo que finalmente sucedió.
A pesar de ello, algunos ciudadanos decidieron seguir usando el cubreboca, lo cual es recomendable en lugares al aire libre, si padece alguna comorbilidad, a fin de tener una mayor protección contra el Covid-19 y otras enfermedades.
En transporte público, de plataforma digital o en sus vehículos propios, los sudcalifornianos cumplieron con la tradición de acudir, primeramente, a limpiar la tumba de sus seres queridos que ya no están, y después, a evocar su paso por este mundo.
La afluencia, aunque en menor cantidad, continuará este jueves 3 de noviembre, estimándose que ya para el viernes, será mínima la cantidad de personas que se vea en los cementerios.
Para ofrecer mayores posibilidades de seguridad, los gobiernos locales implementaron operativos de vigilancia, tanto en el interior de los panteones, como en las avenidas adyacentes.
Otro toque que no pudo faltar a esta costumbre mexicana, fue la elaboración de los altares de muerto, instalados en casas, instituciones de gobierno y planteles educativos, mientras que en algunas comunidades se realizaron los festivales de muerto, con música, verbena y espacios de recreación.
De esta manera, en una circunstancia distinta, luego de casi tres años de pandemia, el Día de Muertos retomó su característica de siempre, que había sido interrumpida por la pandemia, esa que, paradójicamente, es motivo de que hoy muchos ciudadanos hayan acudido a recodar a sus difuntos. (Por: Arturo Nieves).