Se anticipa que junio será el mes de más contagios de Covid-19 en BCS
La Paz.-Tras anticipar que hacia mitad de junio se espera se tendrá el número más alto de contagios del Covid-19 en Baja California Sur, el gobernador, Carlos Mendoza Davis, anunció oficialmente en uso de sus facultades como autoridad educativa, la suspensión del ciclo escolar de manera anticipada en todos los niveles: de preescolar a universitario, así como la reapertura de la economía sólo hasta cuando sea posible.
En un mensaje difundido a través
de redes sociales y medios de comunicación electrónicos, detalló que a los
alumnos de primaria y secundaria, se les promediarán las calificaciones que ya
habían obtenido en sus evaluaciones parciales.
A los de bachillerato, cada sistema determinará
el mecanismo de evaluación pertinente, privilegiando en todo momento no afectar
a los estudiantes y los universitarios concluirán su semestre a distancia.
En materia económica, indicó que sólo se reabrirá cuando la opinión de los expertos que participan en el Comité Estatal de Seguridad en Salud así lo avalen. Sin arriesgar la vida y la salud de la gente. Al final, si se incrementaran de nuevo los contagios y se sale de control la pandemia, esta circunstancia obligaría a cerrar de nuevo la actividad productiva.
Comentó que el Consejo de Salubridad Nacional decretó como actividades económicas esenciales a la minería y la construcción.
De esta forma, en el país, ambos
sectores pudieran reiniciar actividades a partir del primero de junio, sin
embargo puntualizó que eso sólo se tratar de una posibilidad, porque son los
datos de cada municipio, de cada entidad, los que determinarán las decisiones
de política pública que se asumirá en Baja California Sur, escuchando la
opinión de la Federación, de especialistas y asumiendo las decisiones que como
titular del Poder Ejecutivo le corresponden como máxima autoridad sanitaria en
el Estado.
A
continuación, el texto íntegro del mensaje del Gobernador:
“Sudcalifornianas y
sudcalifornianos:
Me dirijo a ustedes para comunicarles dos
anuncios importantes:
Primero: ¿qué sucederá con el ciclo escolar?.
Segundo: ¿cómo realizaremos la reapertura
económica?.
Todos queremos regresar a la normalidad, a esa
que será nuestra “nueva normalidad”, al menos en tanto se desarrolla un
antiviral efectivo y/o una vacuna que nos proteja del Covid-19.
Todas y todos queremos ya generar ingresos,
regresar a trabajar, a aprender, a divertirnos, a convivir. Pero no podemos
precipitarnos y realizar acciones que pudiéramos lamentar profundamente
después.
Por esta razón, con base en datos técnicos,
científicos y matemáticos, en uso de mis facultades como autoridad educativa,
he determinado la suspensión del ciclo escolar de manera anticipada en todos
los niveles: de preescolar a universitario.
Hacer lo contrario hubiera implicado arriesgar,
innecesariamente, la salud, la vida misma de los estudiantes, trabajadores de
la educación y de todas y todos.
Estudiantes, padres de familia: no se preocupen.
El ciclo no se perderá. El esfuerzo que han hecho junto con los maestros a lo
largo de los últimos meses, habrá valido la pena.
Continuamos con el proceso de enseñanza por
medios electrónicos y de comunicación masiva. Además, analizamos la posibilidad
de recuperar el tiempo perdido arrancando el próximo ciclo escolar de manera
anticipada.
A los alumnos de primaria y secundaria, se les
promediarán las calificaciones que ya habían obtenido en sus evaluaciones
parciales.
A los de bachillerato, cada sistema determinará
el mecanismo de evaluación pertinente, privilegiando en todo momento no afectar
a los estudiantes.
Los universitarios concluirán su semestre a
distancia, sistema que, por cierto, sigue siendo aprovechado por miles de
estudiantes de todos los niveles en el Estado.
El conocimiento puede obtenerse en cualquier
momento, la enseñanza se puede recuperar, la vida de nuestros hijos no.
Ahora bien, a pesar de los grandes esfuerzos que
sociedad y gobierno hemos realizado, el número de contagiados totales sigue
incrementándose.
El Comité Estatal de Seguridad en Salud ha dado
seguimiento puntual a la evolución de la pandemia, incluyendo la realización de
pruebas, ubicación de contagiados, realización de cercos epidemiológicos y
aplicación de cuidados y tratamientos para la enfermedad.
Al día de hoy, son 456 los contagiados totales
en Baja California Sur, de los cuales 226 se encuentran activos; es decir,
personas que por ser fuente de contagio se encuentran aisladas. Además, 203
contagiados se han recuperado ya de la enfermedad y, lamentablemente, 27 han
fallecido.
No obstante las complicadas circunstancias que
vivimos, al interior del Comité Estatal de seguridad en Salud, las autoridades
en la materia permanentemente valoramos la posibilidad de reiniciar las
actividades económicas, de regresar a los empleos y reactivar nuestra tan
afectada economía personal, familiar y estatal.
Por su parte, el gobierno federal ha establecido
un semáforo que mide los avances de la pandemia en Estados y Municipios, en el
que, por ahora, Baja California Sur fue catalogada en rojo.
Gobierno estatal y federal coincidimos: hoy no
es momento para regresar a la “nueva normalidad” pues si bien hay avances, en
nuestro Estado seguimos en emergencia.
No debemos, no podemos bajar la guardia.
Es cierto, hemos mejorado. Ocupamos el lugar 16
en casos activos y pasamos de ser el primero al sexto lugar nacional en
contagios con relación al tamaño de nuestra población.
A pesar de ello, afortunadamente, somos el lugar
27 en número total de fallecimientos gracias a que quienes lo han requerido,
han recibido atención hospitalaria de calidad, con equipamiento adecuado y el
medicamento necesario para hacer frente a la enfermedad.
No obstante lo anterior, insisto, aún no hay
condiciones para el retorno a la nueva normalidad.
La recuperación de la salud pública y la
economía deben ir de la mano. Una no puede anular a la otra.
Reabriremos la economía cuando sea responsable
hacerlo. Cuando la opinión de los expertos que participan en el Comité Estatal
de Seguridad en Salud así lo avalen. Sin arriesgar la vida y la salud de la
gente. Al final, si se incrementaran de nuevo los contagios y se sale de
control la pandemia, esta circunstancia nos obligaría a cerrar de nuevo la
actividad productiva.
Por otra parte, el Consejo de Salubridad
Nacional decretó como actividades económicas esenciales a la minería y la
construcción.
De esta forma, en el país, ambos
sectores pudieran reiniciar actividades a partir del primero de junio.
Subrayo: se trata de una posibilidad.
Son los datos de cada municipio, de cada
entidad, los que determinarán las decisiones de política pública que asumiremos
en Baja California Sur, escuchando la opinión de la Federación, de
especialistas y asumiendo las decisiones que como titular del Poder Ejecutivo
me corresponden como máxima autoridad sanitaria en el Estado.
La realidad de cada entidad es diferente.
Esta realidad diferente nos permitió que con
base en datos científicos, el gobierno del Estado pudiera determinar que no
habría regreso a clases, varios días antes de que hubiera una decisión federal.
También, anticipamos que en Baja California Sur
no había condiciones para que ni la minería ni la construcción reaperturaran el
18 de mayo como originalmente lo dispuso el Consejo de Salubridad Federal,
decisión que felizmente corrigió.
De la misma manera, analizaremos con mucho
detalle el estado de la salud pública en Baja California Sur para permitir, o
no, la reapertura de empresas de los sectores mencionados y del resto de
nuestra economía.
Que no quede duda, soy el primer interesado en
que nuestra economía regrese a la normalidad, que la pongamos de pie juntos,
trabajando; sin embargo, estoy consciente que la decisión va de la mano de
cuidar nuestra salud. Por eso, estamos trabajando en dos niveles de toma de
decisión.
Primero: dar seguimiento y anticipar escenarios
con respecto a la pandemia.
Segundo: desarrollamos junto con las empresas y
organismos intermedios que las representan, los criterios y protocolos para
reaperturar la economía.
Soy muy claro: la reapertura se dará cuando sea
responsable y oportuno hacerlo. Se hará manera ordenada, y sólo con las
empresas que cumplan con todos y cada uno de los criterios y protocolos que
para el caso habrán de determinarse.
Sólo cuando el desarrollo de la pandemia lo
permita, señalaremos la o las fechas de reinicio y condiciones para cada
actividad.
Sé que muchas personas, familias, tienen la gran
necesidad de volver a trabajar para tener ingresos, para satisfacer las
necesidades más elementales. Soy sensible a esa realidad.
Por ello, sociedad organizada, empresarios y
gobierno, hemos implementado un programa de apoyo alimentario para los más
vulnerables. La meta es que de manera transparente y coordinada, la Alianza
Comunitaria por Baja California Sur y el gobierno del Estado, hayamos entregado
más de 80 mil despensas a los hogares más necesitados de la entidad antes de
que finalice el mes de mayo. Y seguiremos después de esta fecha apoyando a
quien lo necesite.
Entiendo que este esfuerzo pudiera ser
insuficiente, seguramente así es, pero les pido su comprensión. Estamos
trabajando para incrementar la cantidad e intensidad de los apoyos. Esta
pandemia, su gravedad y su letalidad, demandan, imponen, esfuerzo y sacrificio.
La reactivación económica y el regreso a clases
depende de todas y todos. De lo que hagamos y lo que dejemos de hacer.
Debo ser muy claro con ustedes, como lo he sido
todo el tiempo. Siempre nos hemos hablado con la verdad.
Todos los cálculos, aún los más optimistas, nos
señalan que el nivel más alto de contagios lo tendremos en Baja California Sur
hacia la mitad del mes de junio. De hecho, el pasado viernes 15 de mayo, con 17
casos positivos a coronavirus, observamos el mayor número de registros en un
mismo día.
Las mismas opiniones expertas nos señalan que el
virus no se habrá de ir, permanecerá entre nosotros y estará al acecho para
contagiarnos ante cualquier descuido o imprudencia.
Esto aún no termina. Acaso apenas comienza.
Tendremos que aprender a vivir con el virus, sin olvidar que mientras haya
contagios, habrá enfermos, y si hay enfermos, necesariamente y lamentablemente
el virus cobrará más vidas.
En esta nueva realidad, el reto sigue siendo el
mismo: que las defunciones sean las menos posibles y que podamos mantener en el
menor número la cantidad de nuevos contagios, buscando que quienes enfermen,
cuenten siempre con capacidad médica hospitalaria suficiente para atenderlos.
No permitamos que los enfermos que deben ser
atendidos, no puedan serlo por saturación de nuestros hospitales.
La capacidad instalada del sector salud en el Estado
se ha incrementado considerablemente en las últimas semanas: contamos hoy con
más personal, más camas de hospital y más y mejor equipamiento; sin embargo, si
los contagios se salen de control y se multiplican exponencialmente, no habrá
capacidad suficiente para atender a todas y a todos los enfermos, como
lamentablemente ha sucedido ya en diversos lugares del mundo.
Por ello, hoy más que nunca sigue siendo muy
importante que se mantengan en casa quienes pueden hacerlo, especialmente
aquellos que presentan los riesgos adicionales ya de todos conocidos. El 100%
de los fallecimientos han estado asociados a estos factores o comorbilidades.
Es medular también que cuidemos a nuestros
adultos mayores. Las y los contagiados mayores de 60 años representan tan solo
el 12% de los contagios, pero el 63% de las defunciones. Es dramático decirlo
pero tengo que señalarlo para alertarlos de la gravedad: una de cada tres
personas mayores de 60 años que se contagian, lamentablemente fallecen.
Es fundamental que sólo salgamos a la calle
quienes tengamos una necesidad u obligación real para hacerlo, así como
entender que la suspensión del regreso a clases no son vacaciones extendidas,
sino la oportunidad de que alumnos, maestros y personal educativo se mantenga
en casa.
Es necesario que mantengamos la sana distancia.
Lo mismo continuar con el lavado frecuente de manos y con la aplicación del
resto de las medidas de higiene personal, de nuestros hogares, lugares de
trabajo y comercios. Es necesario ahora y lo será cuando regresemos a la nueva
normalidad. Son prácticas que llegaron para quedarse entre nosotros.
Amigas y amigos:
Vencer al virus depende absolutamente nosotros:
de nuestra responsabilidad, solidaridad y civismo.
Por eso, no tengo duda: vamos a resolver la
encrucijada en la que nos encontramos.
Ya falta menos.
De todas y todos depende que el menos sea poco.
De todas y todos depende que pronto volvamos a
la nueva normalidad.
De todas y todos depende la posibilidad de que
el sol maravilloso sudcaliforniano brille generoso, que salga para y nos siga
iluminando a todas y a todos.
Muchas gracias”.