La nueva normalidad exige valorar la salud personal: Obispo
La Paz.-“Es necesario prepararnos para la nueva normalidad que nos exige sobre todo, valorar la salud”, dijo el obispo de la Diócesis de La Paz, Miguel Ángel Alba Díaz, luego de que en algunos Estados, como Baja California Sur, se han tenido que revertir algunas disposiciones, ante el aumento de los contagios por el Covid-19.
Advirtió que varios Estados han regresado del semáforo naranja al rojo, debido a que siguen incrementándose los casos, obligando a restringir algunas actividades que ya habían sido abiertas, debido a que “al parecer esto va para largo”.
Lo anterior fue expresado durante la misa sabatina trasmitida por redes sociales, desde la Catedral de Nuestra Señora de La Paz, donde expuso que al aumentar los contagios, los hospitales se empiezan a saturar y las camas con ventiladores se empiezan a agotar, por lo que es necesario que cada quien se cuide.
El máximo representante de la Iglesia Católica en Baja California Sur, precisó que la nueva normalidad exige sobre todo, valorar la salud, como tener una alimentación sana, higiene de los cuerpos, de las relaciones personales, de los comportamientos e incluso la salud mental, que incluye los sentimientos.
“Afecto no es solamente abrazos y besos, es algo más hondo, porque los abrazos y los besos pueden ser hipócritas. Judas con un beso entregó a su Maestro”, apuntó, para luego añadir que en estos días, incluso la Iglesia ha tenido que buscar lo esencial de su labor, y esto es que el Evangelio resuene y se haga un puente entre Dios y cada cristiano.
“Que cada hogar se reconstruya, que las grietas se cierren, que esas brechas entre esposo y esposa, entre padres e hijos, se restauren; que haya solidaridad entre vecinos y compañeros; que aprendamos a ayudarnos. Nuevas conductas para tiempos nuevos”, dijo Miguel Ángel Alba.
Insistió en que la nueva normalidad no consiste solamente en separarse metro y medio de unos a otros, de ponerse cubreboca y otras medidas de protección establecidas por las autoridades, sino también tener nuevas conductas para tiempos nuevos, partiendo de la salud integral del individuo.
Recordó que el perdón de los pecados para alcanzar la felicidad eterna, significa comenzar a cambiar desde ahora, a fin de empezar desde ya a gozar de esa vida eterna que tendrá su consumación en la otra vida, con todas las limitaciones, miserias, achaques y sufrimientos, pero que en el ahora, nadie podrá arrebatar esa felicidad del corazón. (Por: Arturo Nieves)