Exhorta el Obispo a apoyar a los más necesitados de BCS

La Paz.-Ante la pandemia del Covid-19, se avecina una severa crisis económica que obliga al apoyo de los más necesitados, por lo que el obispo de la Diócesis de La Paz, Miguel Ángel Alba Díaz, dijo que espera más de los pobres que de los ricos “porque a veces los ricos, no tienen el corazón de los pobres”.

Durante la misa de este domingo 12 de abril, con motivo de la Pascua de Resurrección, realizada en la capilla de El Mezquitito, en la capital sudcaliforniana, pidió el apoyo para los sacerdotes y trabajadores de la Diócesis, pero también para las más de 40 mil familias sudcalifornianas que se quedarán sin ingresos y sin empleo, y que serán las más afectadas por la crisis económica que viene.

“Tenemos que ayudarles. Y lo digo aquí, en una de las capillas de las colonias más sencillas y humildes de nuestra Diócesis; no lo digo en las parroquias ricas, porque sé que a veces los ricos, no tienen el corazón de los pobres”, sostuvo el representante de la Iglesia católica en la entidad.

En la misa a puerta cerrada, agregó: “espero más de la pobre viuda que se desprende de una moneda, que del fariseo que le gusta lucirse en sus bodas con padres elegantes y múltiples adornos flores, pero que son incapaces de abrir su corazón y su bolsillo; nuevos epulones, ciegos a los Lázaros”.

Pidió a los laicos apoyen económicamente a sus sacerdotes que pasan penurias constantes, así como a sus Seminarios y a Cáritas Diocesana, para que puedan sobrellevar la crisis que seguramente ocurrirá ante esta emergencia sanitaria.

Expuso el caso de Los Cabos, el principal motor de la economía del Estado, donde hay una marcada brecha entre ricos y pobres, y donde existe una parte de esa sociedad que está muy alejada de los grandes beneficios económicos, con casas pequeñas y de cartón, ubicadas en cauces de arroyos, con hacinamiento y a las que se debe garantizar la ayuda.

Por tal motivo, dijo que el próximo martes 14 de abri, se reunirá con el Colegio de Consultores Diocesano, el órgano de consulta más importante de la Diócesis, a fin de establecer estrategias para ayudar a esas familias que quedarán en el desamparo, pero también, para garantizar el salario a los trabajadores de las parroquias y apoyar a los sacerdotes, que se están viendo afectados por la falta de ingresos al no haber celebraciones en sus templos.

Asimismo, se pedirá que los sacerdotes no bajen la guardia, que tengan iniciativa y creatividad, que motiven a los agentes de pastoral, catequistas y ministros de caridad, hoy muy urgentes, para que hagan prevalecer la fe, sostengan la esperanza y mantengan viva la devoción del pueblo hacia Jesús.

Expuso que sin eucaristía no hay vida y no hay Iglesia, y que en ese sentido, a pesar de la reclusión forzada, se buscará que se haga llegar a los hogares la comunión con el Señor, no sólo espiritualmente, sino también sacramentalmente. (Por: Arturo Nieves).